La morcilla tiene un gran reconocimiento internacional y se trata de un producto muy tradicional dentro de nuestra cultura gastronómica. En concreto la de Burgos es muy especial porque tiene un dulzor muy particular, de hecho hay muchas recetas que la incluyen como postres. En concreto, los estudios que nos hablan de la morcilla de Burgos nos sitúan más o menos en 1928, es el primer referente que tenemos de la específica morcilla de Burgos.
La morcilla de arroz es
un alimento rico en hierro ya que 100 g . de esta carne
contienen 8,22 mg. de hierro.
Entre las propiedades
nutricionales de la morcilla de arroz cabe destacar que tiene los siguientes
nutrientes: 6,87 g .
de proteínas, 27,57 mg. de calcio, 1,30 g . de fibra, 150 mg. de potasio, 4,90 mg.
de yodo, 0,88 mg. de zinc, 16,70
g . de carbohidratos, 14,60 mg. de magnesio, 680 mg. de
sodio, 4,10 ug. de vitamina A, 0,05 mg. de vitamina B1, 0,11 mg. de vitamina
B2, 4,54 mg. de vitamina B3, 0,60 ug. de vitamina B5, 0,04 mg. de vitamina B6,
0 ug. de vitamina B7, 5 ug. de vitamina B9, 0,50 ug. de vitamina B12, 0 mg. de
vitamina C, 0,17 ug. de vitamina D, 0,31 mg. de vitamina E, 5 ug. de vitamina
K, 22 mg. de fósforo, 256 kcal. de calorías, 64,30 mg. de colesterol, 17,70 g . de grasa, 2 g . de azúcar y 55 mg. de
purinas.
La morcilla
de Burgos, muy vieja y tradicional en la historia, se elabora desde el
siglo XVIII, y utiliza sangre de cerdo mezclada con buena cebolla horcal,
manteca recién obtenida, arroz crudo bien lavado, con un punto de sabor de sal
y pimentón para que sea como el uso obliga "sosa y picantosa".
La cebolla horcal, una
variedad autóctona de color oro, forma ovalada y capas de piel muy finas, muy
jugosa, que pocha rápido y confiere a la morcilla de Burgos un toque dulzón.
La sangre
de cerdo aporta proteínas de calidad y unos 70 mg. de colesterol (langostinos
150 mg. y merluza 60 mg.), la manteca de cerdo, pocas grasas en el conjunto del
embutido fresco, en las que se equilibran las monoinsaturadas saludables y
también las saturadas poco deseables. Apenas azúcares, algunas vitaminas sobre
todo la A , B12 y
ácido fólico, y cantidades
importantes de hierro hemo, el más asimilable para
aquellos que padecen anemia,
también fósforo, moderadas de sodio y potasio, y unas 400 calorías cada 100 gramos de morcilla.
Curiosidades:
Una forma exquisita de preparar las morcillas sin necesidad de freírlas: cortarlas en rodajas e introducirlas en sofrito de tomate (se hacen a fuego lento, en tres minutos).
Un problema común entre las personas de la tercera edad: el bajo consumo de vitaminas del grupo B, folatos (reducen el riesgo de enfermedades cardiovasculares) y minerales como el hierro y el zinc: justo lo que contienen las morcillas (cocinadas sin freír, su contenido en grasa es escaso).
Otra receta deliciosa: revuelto de morcilla. Se saca la morcilla de la tripa, se mezcla con huevos batidos y se cuaja (no debe quedar seco). Se sirve con pimientos de piquillo fritos o salsa de tomate.
En Estonia no se entiende la Navidad sin morcillas. En Islandia se hacen con sangre de cordero y llevan pasas, azúcar y leche. En el Rhineland alemán se hacen con patata, cebolla y manzana. En La Rioja, las preparan dulces, con azúcar. En Euskadi normalmente se hacen con puerro.
No dudes en dar morcillas a los niños y ancianos. Una ración semanal es una maravillosa fuente de hierro de fácil absorción y de vitamina A (que mantiene sana la piel y las mucosas y ayuda a resistir infecciones) y B12 (vital para producir ADN, ARN y mielina).
Si te sobran morcillas y no vas a comerlas en unos días, congélalas. Luego, puedes cortarlas y cocinarlas sin descongelar.
¿Por qué el hierro de la carne y de la morcilla es tan recomendable para las anemias? Porque es hierro hemato o sanguíneo que, a diferencia del no hemato (de cereales y legumbres), el organismo lo absorbe sin dificultad.
Seguro que tienes algo que aportar. ¿Tú qué opinas?
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La morcilla de arroz es un alimento rico en hierro ya que
Curiosidades:
Una forma exquisita de preparar las morcillas sin necesidad de freírlas: cortarlas en rodajas e introducirlas en sofrito de tomate (se hacen a fuego lento, en tres minutos).
Un problema común entre las personas de la tercera edad: el bajo consumo de vitaminas del grupo B, folatos (reducen el riesgo de enfermedades cardiovasculares) y minerales como el hierro y el zinc: justo lo que contienen las morcillas (cocinadas sin freír, su contenido en grasa es escaso).
Otra receta deliciosa: revuelto de morcilla. Se saca la morcilla de la tripa, se mezcla con huevos batidos y se cuaja (no debe quedar seco). Se sirve con pimientos de piquillo fritos o salsa de tomate.
En Estonia no se entiende la Navidad sin morcillas. En Islandia se hacen con sangre de cordero y llevan pasas, azúcar y leche. En el Rhineland alemán se hacen con patata, cebolla y manzana. En La Rioja, las preparan dulces, con azúcar. En Euskadi normalmente se hacen con puerro.
No dudes en dar morcillas a los niños y ancianos. Una ración semanal es una maravillosa fuente de hierro de fácil absorción y de vitamina A (que mantiene sana la piel y las mucosas y ayuda a resistir infecciones) y B12 (vital para producir ADN, ARN y mielina).
Si te sobran morcillas y no vas a comerlas en unos días, congélalas. Luego, puedes cortarlas y cocinarlas sin descongelar.
¿Por qué el hierro de la carne y de la morcilla es tan recomendable para las anemias? Porque es hierro hemato o sanguíneo que, a diferencia del no hemato (de cereales y legumbres), el organismo lo absorbe sin dificultad.
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